"Mamíferos de lenguas bífidas llevan del bulto, dejando oculto al que no cree en este rap de culto. Bailando como Baloo en este boogaloo, mientras ustedes son malos mascandose Bubbaloo's.

Collares, humos, y huesos pa' estos rezos, rituales en tarima marcados por estos versos e ineptos rapeando sobre credos, y cuentos, de armas y muecos pero rimo y los dejo tiesos.

La noche es pa' bohemios, con el Joe concuerdo. Centurión al Alba entregó mis tormentos, pecar por testimonio y no por impulsos de un reo, encerrado tras barras como Saoko y sus presos...

Pongan Fruko que me duermo, y si quieren Eterno, el ouroboros nadando entre mis sesos, man. Morir mañana o vivir para siempre, San Pedro no decide cuanto sea mi tiempo.

Niches, hablando sobre merca y solo bitches, vaciando sus narices, espirando ser felices, aspiran cuanto pueden pues no comieron perdices. Cuidao' con lo que hace y más con cuidao' con lo que dice.

Simple, tómate un break y no seas predecible, como Rimbaud temporadas en el infierno pides. Mi convicción que de pecar nadie esté libre. Desde mi celda Bécquer sus cartas escribe.

En este pueblo no hay ladrones, lo dice Gabriel mientras la lámpara de petróleo se extinguía. "Es cuestión de empezar"- Dámaso con voz baja, pensando en todo lo que no salió tan mal.

Negro apaleado y forastero a la celda, una historia que se repite día tras día. ¿Quién es feliz en el país más feliz del mundo? Preguntas vanas que no me dejan dormir tranquilo.

Solo seguir el ritmo, este es mi favorito. No soy el rapper de moda pero escuchas mis gritos. No alquilo el micro por sus pagos en litros, ya viene la creciente Nando lo había dicho.

Nunca aprendí a nadar, solo me ahogo en penas, que la tormenta me agarre con la barriga llena, sin pena ajena bailando en esta verbena, hoy soy cerbero jalando de sus cadenas, pues...

El diablo no sabe dónde dejo el trinche... Lo cambio por cervezas en la tienda de la esquina. No supo que la calle es selva de cemento, si no me cree pues pregúntele a Lavoe.

"Ni pa' allá voa' mirar...".